Esta ciudad, situada en Suiza pero fronteriza con Francia, dedica gran parte de su presupuesto en cultura, lo que le hace un lugar con numerosos museos y con construcciones arquitectónicas muy bien conservadas.
Si decides visitar Ginebra, es de obligada parada la Catedral de San Pedro, desde donde puedes divisar una magnífica vista panorámica de la ciudad; el Monumento de los Reformadores, la casa cuna de Rousseau y el Palacio de la ONU. Y no te puedes ir de la ciudad sin conocer el Jet d´eau, un verdadero símbolo de Ginebra.
Además de estos lugares, la oferta de museos es muy variada y adaptada a todos los gustos. Si decides estar más tiempo en la ciudad puedes visitar muchos de ellos.
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